Son abundantes en número los textos antiguos que exponían que al seguir una serie de indicaciones podían obtenerse ciertas capacidades, algunas de ellas, de naturaleza mágica. Frecuentemente estos tratados indicaban una serie de procedimientos y recetas para crear diversos amuletos, talismanes o pociones.
Resulta interesante que la mayoría de estos textos surgieran en una época en la que muy pocos tenían acceso al conocimiento valiéndose de un soporte escrito y que sólo unos pocos, instruidos en el saber de la escritura, tuvieran la posibilidad de adentrarse en estas páginas con sus sugerentes promesas.
De entre estos textos existe uno en particular que parece distanciarse de este tipo de promesas que implicaban un fácil aprendizaje con el que alcanzar un fin con relativamente poco esfuerzo, instando a conseguir algunas capacidades sobrehumanas mediante la aplicación de todo lo contrario a lo que venía ofreciéndose en la mayoría de textos de temáticas similares: el esfuerzo y el tesón.
Interesantes escritos de este tipo surgieron con relativa abundancia durante la Edad Media
Las directrices para llegar a este estado se hallan bajo el título de ‘’Ars Notoria’’. Un pequeño texto localizado dentro del grimorio ‘’Legemeton Clavicula Salomonis’’ que en castellano se ha tenido a bien traducir como ‘’La Llave Menor de Salomón’’. Este compendio de escritos datados en el siglo XVII y basados en textos más antiguos que llegan hasta el siglo XIII, representa uno de los tratados en demonología de mayor notoriedad.
El propio texto atribuye su autoría al mismo Rey Salomón, enunciación que se antoja muy improbable dado que contiene una gran cantidad de referencias al catolicismo y a hechos muy posteriores a la vida del monarca hebreo, si bien parece que está basado en textos anteriores también atribuidos al rey sabio. Desafortunadamente la cantidad de evidentes modificaciones que ha sufrido el texto es tan elevada que resulta difícil no solo designar su autoría sino que se hace imposible comprobar la veracidad de los estamentos y enunciaciones que en él se describen.
No obstante, el escrito continúa siendo extremadamente interesante exponiendo una serie de conocimientos, en ocasiones impropios para la época. Pero ¿qué ofrecía su autor a los que se comprometían a seguir las pautas designadas?
El compendio completo trata diversas temáticas
El texto completo consta de cinco partes o cinco Artes dentro de las cuales se detallan las descripciones de los demonios a los que el rey Salomón consiguió invocar y someter, los procedimientos para convocar a diversos espíritus de carácter no maligno y se refiere información sobre diversos asuntos como la creación de sellos protectores, el procedimiento para la invocación de ángeles o se hacen referencia a áreas como la astronomía y la astrología.
La última de estas cinco secciones es la que nos ocupa. En el Ars Notoria se ofrece cierto conocimiento para conseguir desarrollar capacidades como una sabiduría inimaginable, el don de la elocuencia o como obtener una memoria perfecta. Resulta llamativo dado que el resto de textos normalmente se centraban en procedimientos para obtener fines de carácter más material.
Para ello el manuscrito se enfoca encarecidamente en la importancia de la oración, de la observación, la contemplación y de la meditación mediante los cuales se fortalecerían y se centrarían ciertas habilidades mentales innatas. Es el trabajo interno que ha de realizar uno mismo para alcanzar la sabiduría el que se insta a realizar, en contraposición a otros manuscritos que, como ya hemos apuntado, se centraban en ofrecer recompensas derivadas de conjuros o la creación de pociones y de amuletos.
¿Quedarán todavía tratados con antiguos saberes ocultos?
‘’Y hágase conocedor de lo siguiente, que si no se hallan los libros en vuestras manos, o la facultad de mirar en su interior no le es dada, el efecto de este trabajo no será menor así pues: pero las oraciones han de ser doblemente pronunciadas, en donde debieran serlo en una ocasión: Y al igual que el conocimiento de una visión, o de otras virtudes, que dichas oraciones contienen; debe intentarlas y probarlas, donde y como desee’’.
El texto completo se encuentra escrito en varios idiomas: hebreo, griego y latín y afirma que el propio Salomón llegó a alcanzar las codiciadas habilidades ofrecidas mediante el empleo de las técnicas en el mismo expuestas.
Pese a que el tratado ha sobrevivido hasta la actualidad, hecho bastante notorio, evidencia diversos cambios y modificaciones, y por supuesto, incluye referencias muy posteriores a su creación provenientes del cristianismo. Parece albergar matices de un conocimiento antiguo, uno que ofrecía dones intelectuales en lugar de materiales ¿de dónde provenía este conocimiento? ¿Conseguiría alguien haber dominado mediante sus consejos estos conocimientos? Y, de ser así… ¿lo sabríamos?