Son varias y diversas las culturas que conservan en sus leyendas alguna referencia o mención a un gran diluvio en la historia de sus civilizaciones que, normalmente causa gran destrucción o extermina a casi toda la humanidad en una catástrofe de proporción planetaria. Cada una de las historias aporta detalles interesantes pero ¿podemos pensar que realmente se dio una gran inundación que asoló la Tierra en los antiguos días?
La referencia más próxima se da en el Génesis bíblico en el que el dios Yavhé decide crear el diluvio como castigo para la humanidad por su maldad.
‘’Yavhé vio que la maldad del hombre en la tierra era grande y que todos sus pensamientos tendían siempre al mal. Se arrepintió, pues, de haber creado al hombre, y se afligió su corazón. Dijo: “Borraré de la superficie de la tierra a esta humanidad que he creado, y lo mismo haré con los animales, los reptiles y las aves, pues me pesa haberlos creado.”
Gen 6:6-7
Si bien es el propio Yavhé también quien decidió salvar a un hombre y su familia de la gran devastación que estaba por venir. Noé, el único hombre justo de toda su generación, fue advertido por Dios de la próxima inundación y le fueron dadas unas instrucciones muy precisas para construir un arca de madera en la que salvarse junto con una pareja de cada animal que les permitiría repoblar la tierra tras la gran catástrofe. Así pues, Dios mandó el diluvio a la Tierra que la anegó durante 40 días y 40 noches y que destruyó todo rastro de vida sobre ella exceptuando el arca y todo lo que habitaba dentro de ella. Cuando la tormenta amainó, toda la tierra estaba cubierta por las aguas, Noé dejo volar un cuervo y después una paloma, cuando ésta volvió portando una rama de olivo, los habitantes del arca comprendieron que volvía a haber tierra por encima de las aguas. De este modo, Noé y su descendencia directa construyeron un altar y realizaron a Yavhé un sacrificio que le complació, así se convirtieron en los progenitores de una nueva humanidad.
En este relato, se presenta un dios que actúa como una figura humana y que hastiado por la crueldad y la violencia de los hombres, decide eliminarlos debido al sentimiento del arrepentimiento sin embargo, en otro libro bíblico, se narra un fin diferente para el diluvio si bien la razón para el mismo se mantiene. En el apócrifo libro de Enoch se manifiesta que la razón por la que dios decidió inundar la Tierra fue para exterminar a los Nefilim y no a los hombres aunque también se pretendía castigar a estos últimos por sus malas acciones. Aquellos gigantes bíblicos vástagos de la unión de los hijos de dios y las hijas de los hombres que trajeron la violencia al mundo representan el motivo principal para el diluvio en este libro.
Todos los mitos presentan similitudes
Pero parece que las fuentes bíblicas se basaron directamente en los relatos mesopotámicos anteriores sobre el mismo evento. En la épica ‘’Epopeya de Gilgamesh’’ aparece el mismo relato pero con diferentes nombres para sus protagonistas, en este caso Noé fue Utnapistim para los babilonios y Ziusudra para los sumerios. En esta versión más temprana del mismo relato se dice que hubo un tiempo en el que los dioses convivían con los hombres hasta que el dios Enlil decidió erradicar a toda la raza humana pues se habían convertido en una molestia no obstante, su hermano el dios Enki se compadeció y advirtió a Utnapistim del terrible devenir dándole instrucciones para que construyera un barco que habría de llenar con semillas y animales lo que les convirtió a él y a su mujer en los únicos supervivientes de la catástrofe. El diluvio en este caso, duró 6 días y 6 noches y de nuevo, se deja volar un cuervo para comprobar el nivel de las aguas.
Según las fuentes mesopotámicas cuando Enlil recibió la noticia de que su plan de exterminio había resultado inútil se enfureció y fue a buscar explicación por parte de su hermano que defendió su causa con tanta elocuencia que logró conmover al líder de los dioses que finalmente decidió bendecir a la pareja de supervivientes con la inmortalidad. Este es el motivo que movería a Gilgamesh a buscar el consejo del único hombre superviviente del diluvio en su aventura por alcanzar la inmortalidad.
El protagonista del relato del diluvio universal, era conocido como Atrahasis en el imperio Acadio que también contaba con su propia versión escrita del fatal acontecimiento cuyo protagonista pone título al poema. En esta narración se describen también la creación del mundo y la del hombre y se dan más detalles en lo que refiere al diluvio.
Según se expone, al principio, cuando sólo existían los dioses, éstos tenían que trabajar la tierra. La labor era pesada y tras 3600 años de realizar estos esfuerzos físicos, los dioses comenzaron a quejarse a sus líderes, declararon una huelga, quemaron sus instrumentos de trabajo y rodearon la casa del dios Enlil en la revuelta. Su hermano Enki resolvió crear al hombre para que realizara la tediosa y sufrida labor que hasta ese momento venían llevando a cabo los dioses menores consiguiendo poner fin a las revueltas.
Las leyendas mesopotámicas son de las más antiguas
En primera instancia todos los dioses se mostraron gratos con esta solución pero, tras 1200 años, la humanidad se volvió demasiado numerosa y comenzó a representar un serio problema para los dioses. Su descontento se expresa en el texto alegando que los hombres eran tan severamente ruidosos que Enlil no podía dormir por lo que determinó diezmarlos. Primero se intentó creando plagas, una sequía y hasta una larga hambruna, pero los hombres se reponían rápidamente a ojos de los dioses que no conseguían reducir su número de forma deseable y los planes no llegaban a buen término gracias al ingenio de Enki y Athrarsis para frustrarlos. Como último recurso Enlil resolvió crear un diluvio e hizo a Enki, como castigo, responsable de llevar a cabo tal magnicidio en contra de su voluntad. Por supuesto, Enki advirtió a Athrarsis para que se salvara construyendo un barco que llenó con cada tipo de animal.
En la versión acadia del evento, el diluvio resultó ser más potente que lo que los dioses habían planeado y tras éste, se arrepintieron de lo que habían hecho y de quedarse sin nadie para adorarles y servirles. Es entonces cuando Athrarsis realiza un sacrificio para los dioses que reciben de buena gana ya que estaban hambrientos de ofrendas.
El relato del diluvio universal no es propio únicamente de esta parte del mundo sino que aparece en diversas culturas por todo el globo. En el texto Bhágavata Purana de la mitología hindú, se narra la historia de Manu, el primer hombre y primer rey sobre la Tierra que tras ayudar a uno de los avatares del dios Vishnú, es advertido por éste de la gran inundación que se avecina. Gracias al aviso, este progenitor legendario de la humanidad pudo construir un barco en el que salvar a su familia y a los animales para poder repoblar la tierra.
En la mitología griega también aparece una referencia a la gran inundación de los antiguos días. En este caso es creada por Zeus que pretende erradicar a la humanidad como castigo a la entrega del fuego robado por parte de Prometeo. Zeus manda un diluvio por 9 días y 9 noches pero Prometeo le había pedido a su hijo Deucalión que construyera un arca en la que hacer frente a la tormenta junto a su mujer Pirra.
Deucalión y Pirra
Muy curioso es el relato que narra el zoroastrismo por el cual el dios supremo creó la inundación debido a que la población humana se había vuelto demasiado numerosa. Sin embargo advirtió a un hombre, Yima, de que la inundación llegaría tras el invierno, como resultado del deshielo. De nuevo, un hombre construyó una estructura en la que resguardarse junto a animales y plantas y todos los hombres justos que pudo encontrar.
No en todos los relatos el mundo se ve inundado por el agua. En el Kalevala finés, el héroe Väinämöinen resulta herido mientras construye un barco y es su sangre la que cubre la Tierra. Así se lee en una de las runas:
La sangre brotó como una inundación,
el flujo corrió como un río:
y no hubo ningún montículo
ni ninguna alta montaña
que no fuera inundada.
Todo por el pie de Väinämöinen
Por la rodilla sagrada del héroe.
Y también en la mitología nórdica se habla sobre un evento en el que el mundo estuvo inundado de la sangre del gigante primordial Ymir que perdió la vida a manos de Odín y sus hermanos. Los supervivientes en esta ocasión no fueron una pareja de humanos sino de gigantes: Belgermir y su mujer.
Puede aparecer la idea de que este relato proviniera de una única fuente indoeuropea que tuviera lugar en la más remota antigüedad y que pudo extenderse por el folklore de todo el continente pero encontramos también referencias a una gran inundación en las mitologías del resto de continentes del planeta como se estudiará en posteriores artículos. La coincidente y recurrente mención a una gran catástrofe en la que el agua arrasó con casi toda la vida del planeta apuntaría a que cada pueblo conservó en sus tradiciones el recuerdo de un fenómeno de gran envergadura acaecido en los tiempos antiguos. Como dijo el renombrado arqueólogo Leonard Wooley:
‘’No debemos convertir la leyenda en historia pero hemos de suponer que bajo muchas cosas artificiosas o increíbles se esconden hechos ciertos. ’’